Obras maestras

Los historiadores de arte definen las obras maestras como piezas que se caracterizan por su virtuosismo técnico, destreza revolucionaria y originalidad en el enfoque. En las cuevas de Altamira, muchas de las imágenes han sido pintadas con extraordinaria destreza y habilidad. Las líneas de trazos seguros y los colorespolícromos evocanelmundo animado de la naturaleza, imbuido deuna sensación de poderes sobrenaturales. La realidad se ve y está teñida de imaginación. El espectador se siente cautivado yno tiene la sensaciónde que la imagen pueda mejorarse. El carácter pionero de las imágenes es reconocible y cruza la barrera del tiempo, creando un vínculo con una cultura anterior distinta de cualquiera que todavía exista. Esta conexión emocional establecida ante la ausencia dememoria y dehistoria es neurológica y deriva dementes impulsadas por el mismo complejo cerebro denuestros días. Ello nos permite reconocer la calidad de los gestos y las expresiones captadas enlas imágenes, así como apreciar una obra maestra, con independencia del material conel que fue creada, su contexto o su antigüedad.

Entre las pequeñas obras de arte realizadashacia finales de la última Edad de Hielo,hay una serie de obras maestras que se caracterizan por una destreza y habilidad excepcionales. Al igual que otras valiosas obras existentes, parecen indicar el trabajo de expertos que pueden haber influenciado o guiado a otros a la hora de usar algunos de los temas recurrentes, los detalles y los motivos ornamentales. Apesar de sutamaño, las obras maestras del arte mobiliar tienen una notable presencia y un poder numinoso generalmente asociado con el paso de los siglos si bienen ocasiones perdido en él.