Miniatura de un caballo
Montastruc, Bruniquel, Francia
Hueso
Longitud: 3 cm
The British Museum, Londres
Palart.628
Este diminuto dibujo de un caballo semental de pie se ha realizado en un fragmento de hueso procedente de otro mayor que en un principio probablemente albergó más representaciones. Se trata de uno de los dibujos más diminutos que se conocen del arte de este período, y destaca por los trazos seguros y la minuciosidad con que fue realizado. Pese a su pequeño tamaño, las proporciones del cuerpo se han representado con precisión, y se ha empleado sombreado para resaltar el contorno del cuello, así como el cambio de color en el lado del cuerpo. Esto requería una habilidad artística considerable, y resulta difícil imaginar cómo unas manos curtidas por la dura vida al aire libre y las actividades propias de un cazador-recolector fueron capaces de realizar algo tan perfecto y diminuto. Se desconoce qué interpretación se daba a estas obras en miniatura, pero tanto si eran de uso personal como compartido, el atractivo de este tipo de imágenes es que, pese a su diminuto tamaño, no pasan desapercibidas, aunque no puedan llegarse a comprender en toda su extensión. Es posible que la elaboración de tales representaciones fuera tan importante como la contemplación en sí misma. Los miniaturistas modernos señalan que este tipo de trabajo induce a un estado de meditación que ralentiza los latidos del corazón y estabiliza la mano. El propio trabajo genera paz interior y es capaz de trasladar la naturaleza y lo sobrenatural al microcosmos del mundo humano. Tanto si dichas imágenes en miniatura se ocultaban como si se exhibían como artefactos mágicos, objetos votivos, tótems o imágenes de asistentes espirituales, es poco probable que la experiencia fuera pasiva.
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