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Herramientas decoradas: ¿símbolos de poder, estatus o creencias?
Durante el período comprendido entre hace unos 17.000 y 12.000 años, los dibujos grabados, los motivos ornamentales y las formas esculpidas se extendieron a muchos otros objetos funcionales y cotidianos, principalmente bastones de asta perforados y propulsores de lanzas con gancho.
Los bastones de asta perforados presentan unos ejes más o menos cilíndricos que se ensanchan en un extremo que presenta, al menos, un orificio. El primer ejemplar de este tipo de herramienta se descubrió en las excavaciones llevadas a cabo en el abrigo rocoso de Le Veyrier, Alta Saboya, Francia, durante la década de 1830, pero ello no fue mencionado en ninguna publicación hasta 1878. Para entonces, el paleontólogo francés Edouard Lartet y su colaborador inglés, Henry Christy, habían descrito varias de tales piezas halladas en las excavaciones que habían llevado a cabo en la Dordoña. En su descripción señalaron que estos objetos «están adornados con numerosos y cuidadosos grabados» y que «podrían haber sido símbolos de autoridad, o simplemente distintivos de la posición social [...] utilizados como cetros de mando o símbolos de rango». De ello dedujeron que los cazadores de la región del Perigord «ya eran numerosos y disfrutaban de una condición social tan sumamente sistematizada que la autoridad de los jefes o las condiciones de desigualdad de la sociedad eran reconocidas y se mostraban mediante signos externos». Fue a partir de esta afirmación que, ya en el siglo XX, se acuñó el término francés bâton de commandement, que definía estos objetos como un símbolo de poder. Si bien este término se empleó de forma habitual en la literatura, en la actualidad, la mayoría de los arqueólogos que investigan su función utilitaria suelen preferir la expresión «bastón perforado», aunque es menos normativa.
Se han propuesto diversas teorías que atribuyen a estos bastones distintos usos, pudiéndose emplear como porras, bumeranes, dagas u hondas. Sin embargo, los experimentos llevados a cabo a raíz del uso de estas herramientas de asta perforadas, y en ocasiones decoradas, por parte de los pueblos árticos sugieren que probablemente se empleaban para enderezar puntas de proyectiles y ejes de lanzas realizados en asta o hueso. Es importante que una lanza sea recta, dado que leves ondulaciones a lo largo de su longitud pueden modificar la trayectoria de un lanzamiento y, por consiguiente, afectar a su eficacia. Si la punta o eje a enderezar se introducen por el agujero formando un ángulo y se ejerce presión en el interior de la curvatura, es posible enderezarlos. El hecho de que una herramienta resultara valiosa a la hora de fabricar armas más eficaces podría haber sido suficiente motivo para su elaborada ornamentación, tal vez con el propósito de atraer poderes sobrenaturales que ejercieran influencia en una labor esencial para la supervivencia. Esto significa destinar una importante inversión de tiempo a la elaboración de una herramienta mundana. Algunos experimentos recientes indican que, en realidad, los bastones desempeñaban un papel mucho más significativo en la producción de armas y en la caza, puesto que también podían emplearse como calibradores para fabricar ejes de lanza que tuvieran un diámetro uniforme y fueran estrechándose progresivamente para conseguir una propulsión aerodinámica. Además de emplear estas simples herramientas de ingeniería para fabricar y posteriormente enderezar tanto ejes como puntas de lanza, también se podían utilizar como propulsores de lanzas añadiéndoles una correa de cuero que introducían por uno de los orificios. La longitud de dicha correa se podía variar en función del tamaño de la lanza. Si enganchaban la correa alrededor de la base, o la sujetaban anudándola alrededor del eje, podían propulsar lanzas con una fuerza considerable. Es posible que un objeto tan esencial como este hubiera tenido un gran valor para su dueño, lo que habría dado lugar a una elaborada decoración.
Como útil que integraba una herramienta y un arma a la vez, esencial para la caza, es posible que el bastón de asta perforado fuera el elemento más importante de todos los que conformaban el kit de utensilios de un hombre; de ahí que lo decoraran para reflejar su identidad, estatus y creencias. La calidad de los dibujos en dicho útil a menudo no es tan buena como la que hallamos en piezas no funcionales, lo que sugiere que en ocasiones habrían sido producidos por su dueño en lugar de un artista experto.